Este domingo hay cambio de hora ¿Qué efectos tiene esto para tu salud?

El cambio de horario que supone el paso del invierno a la primavera, con un mayor número de horas de luz solar, puede generar en algunas persona sensación de cansancio, malestar general, somnolencia e incluso alteraciones en el estado de ánimo como irritabilidad y tristeza. El motivo del cambio horario no es otro que aprovechar las horas de luz solar y conseguir, de esta manera, un ahorro energético por reducirse la necesidad de iluminación artificial.
Estas pequeñas alteraciones son efectos normales que se deberían superar en un corto espacio de tiempo comprendido entre 3 y 7 días. La causa de estos síntomas se deben a que las funciones de los órganos más importantes del ser humano dependen de la fabricación y secreción de hormonas vinculadas directamente con los ciclos de vigilia y sueño –cortisol y melatonina-, de tal modo que al adelantar los relojes una hora se produce una desincronización entre los ritmos internos y los ambientales.
El comienzo de la secreción de melatonina se produce al caer la tarde, aproximadamente a las 19:00 horas y su máxima producción se registra entre las 02.00 y las 06.00 de la mañana. Al despertarnos con la luz del día, el nivel de cortisol ya está en alza para activar al ser humano.
Existen tratamientos que implican la ingesta de MELATONINA, la cual acelera la sincronización de nuestro sistema circadiano con el ambiente y nuevo horario, ayudándonos a conciliar el sueño y dormir mejor.
Otros consejos para poder sobrellevar mejor este cambio son
- El ejercicio físico suave, como paseos o la carrera suave, puede ayudar a “avanzar” el reloj interno, al aumentar la concentración de serotonina y de otros neurotransmisores en el cerebro.
- Mantener unos buenos hábitos de sueño todo el año, con horarios regulares a la hora de acostarse y levantarse también ayuda.
- Exponerse a una luz brillante (luz solar) durante una o dos horas en los días posteriores al cambio de horario también podría ayudar a sincronizar los ritmos desestabilizados.
- Modificar el horario de comidas y evitar la ingesta de cafeína y alcohol.
- Adaptarse al cambio horario desde unos días antes: en las personas especialmente vulnerables se puede aconsejar que, desde una semana antes, se vayan haciendo pequeños cambios graduales y progresivos de diez minutos cada día en el sentido del próximo cambio de horario.
- Ajustar la hora en los aparatos médicos: se recomienda a las personas que usen aparatos médicos con relojes internos que supervisen la corrección del cambio de horario en todos ellos. Estos aparatos pueden ser algunos marcapasos, desfibriladores, monitores de ritmo cardíaco, monitores de glucosa, etc., aunque la desincronización de éstos no supondría ningún riesgo para la salud.