Alimentación balanceada Vs. Complementos alimenticios
El próximo 16 de octubre se celebrará el Día Mundial de la Alimentación 2019, y este año tiene como lema “Dietas saludables para un mundo sin hambre”.
Aprovechando este día, hemos querido hablar sobre la alimentación que deberíamos tener y la importancia de los complementos alimenticios en la actualidad.

La dieta equilibrada, «comer bien»
Una alimentación equilibrada supone un aporte de nutrientes adecuado a las necesidades individuales de cada persona para el mantenimiento de la salud y debe cubrir las demandas energéticas del organismo.
Las bases de una dieta equilibrada se fundamentan en un aporte de calorías, proteínas, hidratos de carbono, lípidos, minerales, vitaminas, agua y fibra en función de la edad, el sexo, la etapa de desarrollo, la situación del organismo, etc., para evitar situaciones de malnutrición tanto por exceso como por defecto.
Grupo de la leche: en este grupo se incluyen no solo la leche de diferente origen sino sus derivados como quesos, yogures, etc… Su valor nutritivo radica en la presencia de proteínas de alta calidad y de lactosa, así como de niveles aceptables de algunos minerales (calcio, fósforo…), de vitamina A y complejo B.
Grupo de la carne: está formado por diversos alimentos, pero con valores nutritivos equivalentes. En este grupo se encuentran las carnes, pescados de diferentes procedencia, los huevos, las legumbres y los frutos secos cuya digestibilidad varía entre el 70-100%. Los alimentos de este grupo aportan, fundamentalmente, proteínas y lípidos con distinto grado de saturación. También contienen ciertos minerales como hierro, fósforo, magnesio… y vitaminas del complejo B.
Grupo de las frutas y verduras: su valor nutritivo se atribuye fundamentalmente al aporte de vitaminas hidrosolubles, carotenos precursores de la vitamina A y minerales como hierro, calcio, magnesio… La digestibilidad varía entre el 50 y 100% debido a la cantidad de fibra que posean.
Grupo del pan y cereales: contiene abundantes hidratos de carbono, son utilizados como suministro de calorías para la dieta. El valor nutritivo también se complementa con la presencia de minerales, como el hierro, zinc, calcio, magnesio… y vitaminas del complejo B. La digestibilidad es variable, en función de materia no degradable.
Comer no es estar alimentado – Desnutrición y malnutrición
La desnutrición es el estado físico causado por la falta de la alimentación, ya sea por el hambre o por una dieta incompleta, de forma prolongada, que desencadena carencias de algunos nutrientes necesarios.
Mientras desnutrición es el déficit de nutrientes por la carencia en la ingesta, la malnutrición es consecuencia de una dieta desequilibrada tanto por falta como por exceso, provocando anemia u obesidad.
La falta de hierro, yodo o vitaminas A, B1, B2, B3, C o D a causa de la desnutrición conllevan síntomas que van desde el cansancio hasta enfermedades mortales.
- Cansancio, mareos y debilidad.
- Ausencia muscular o caída de pelo.
- Delgadez extrema, heridas y edemas.
- Problemas de crecimiento en niños.
- Acumulación de agua en las extremidades inferiores como el vientre.
- Infecciones, fracturas y ahogo o dificultades para respirar.
Importancia de los complementos alimenticios
Los complementos alimenticios se presentan con la finalidad de complementar la ingesta de tales nutrientes en la dieta normal. Se trata de fuentes concentradas de nutrientes u otras sustancias con efecto nutricional o fisiológico que se comercializan en forma dosificada, es decir, cápsulas, tabletas, píldoras, ampollas de líquido, viales, botellas con cuentagotas o dosificador y otras formas similares que deben tomarse en pequeñas cantidades unitarias.
En la actualidad, por la vida tan atareada, el poco tiempo que tenemos y el tipo de alimentos que consumimos, se calcula que 2 de cada 5 personas sufren algún grado de malnutrición. También está el factor presente en un sector de la población que es cada vez más popular, el ser vegano o vegetariano. Para este estilo de vida son necesarios los complementos alimenticios.
Existe una amplia gama de nutrientes y otros elementos que pueden estar presentes en los complementos alimenticios incluyendo, entre otros, vitaminas, minerales, aminoácidos, ácidos grasos esenciales, fibra, diversas plantas y extractos de hierbas, ya sea por separado o combinándolos.
En el mercado existen muchos tipos de complementos alimenticios, los cuales se encuentran bajo la normativa y estándares dictados por la Agencia Alimentaria (EFSA). Los fabricantes se rigen por esta legislación y eligen los tipos y las cantidades de vitaminas, minerales y demás ingredientes que incluyen en sus productos, intentando aproximarse a las recomendaciones generales dadas para la población.
Consumo responsable de complementos alimenticios
- No sustituyen a una dieta equilibrada. Si mantenemos una dieta equilibrada, es suficiente para el desarrollo y normal funcionamiento del organismo.
- Hay que seguir siempre las instrucciones de uso que indica el fabricante en el envase.
- Deberás comprobar todos los ingredientes que componen el CA, sobretodo si eres intolerante o alérgico a algo.
- No debes consumir más cantidad del CA que el indicado en el envase.
- Es importante saber que producto natural no es sinónimo de producto seguro.
- Siempre debes informar a tu médico de los CA que tomas, y los efectos que tienen en ti, si notas algún efecto adverso. Los CA no tienen estudios en embarazo o lactancia. Consulta al profesional sanitario, si lo puedes tomar si te has de someter a alguna operación.
- Desconfía de los CA milagro, Los milagros no existen y si el reclamo publicitario es exagerado, no confíes en ese producto
- Adquiere siempre el CA en la farmacia, y comenta al farmacéutico la medicación que tomas, la alimentación y tus hábitos saludables. El sabrá que CA te conviene o si interacciona con la medicación que tienes pautada
- Para reducir el sobrepeso, deberás además adoptar medidas saludables, disminuir la ingesta calórica y aumentar el gasto diario.
- Siempre matén una dieta variada y equilibrada y adopta un estilo de vida saludable